En apariencia, una cubierta plana puede parecer sencilla. Pero esconde algunos elementos complejos que terminan siendo indispensables para su correcto funcionamiento. ¿Un ejemplo? El sistema de drenaje, que cuando no queda bien resuelto, termina generando problemas. ¿Quiere más detalles al respecto? Se los desvelamos desde Impernoroeste, sus especialistas en impermeabilización en Redondela, a continuación.
¿Por qué el drenaje de una cubierta importa tanto?
El agua de lluvia, por sí sola, no es peligrosa. Lo que genera daños es su acumulación. En una cubierta plana, si no hay una pendiente suficiente ni un sistema de evacuación eficaz, es evidente que el agua se estancará.
Lo anterior acarrea sus correspondientes problemas como, entre otros, las filtraciones. Y es que el agua retenida ejerce presión sobre las juntas del alicatado y sobre la capa de impermeabilización. Con el tiempo, se termina abriendo paso por pequeñas grietas, se filtra y acaba afectando a techos, paredes y elementos estructurales del edificio.
A esto se suma el riesgo de sobrecarga. Una lámina de agua estancada pesa mucho más de lo que parece. Y ese peso extra recae sobre la estructura del inmueble, un tema especialmente delicado en zonas con lluvias frecuentes o temporales intensos.
También hay que considerar el desgaste estético
El alicatado de una cubierta plana puede deteriorarse por la acción continua del agua, especialmente si esta se filtra por las juntas. Sin olvidarnos de que en zonas frías el agua puede congelarse, expandirse y causar roturas en las baldosas.
Y no menos importante: el estancamiento crea un entorno poco higiénico. Los charcos atraen insectos, favorecen el crecimiento de moho, algas y bacterias, y afectan al confort del edificio.
Todo empieza con una pendiente bien ejecutada en su cubierta
Aunque no se perciba a simple vista, una inclinación mínima del 1% o 2% es suficiente para guiar el agua hacia los puntos de desagüe. Ojo porque la pendiente no puede ser nunca fruto de la improvisación: forma parte del diseño de la cubierta y debe respetarse durante la ejecución.
Bajo el alicatado, la capa de impermeabilización es otra pieza clave. Actúa como escudo, impidiendo que el agua llegue al forjado. Pero para que funcione correctamente, hay que protegerla de posibles agresiones mecánicas y garantizar su continuidad en toda la superficie.
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¡Ahora ya sabe el motivo de que el drenaje sea tan importante en una cubierta plana! Si quiere asegurarse de que todos estos aspectos se tienen en cuenta en la suya, la solución no podría ser más fácil: contacte con nosotros y deje que en Impernoroeste trabajemos para que su cubierta plana alicatada funcione como debe.